sábado, 15 de mayo de 2010

THE ROAD.......




Historia de una carretera.

Es un atardecer caluroso, de esa temperatura que humedece el cuerpo a causa de la humedad en el ambiente. La carretera está solitaria, es como un paisaje bastante familiar y tranquilizador, como si ya lo hubera visto antes en algun deja-vu espontáneo. El cielo esta nublado por pinceladas de blanco sobre un azul intenso, y marca una delgada linea anaranjada y violeta debido al principio de una inolvidable puesta de sol. El asfalto carbonizado, desprendia aún el olor de maquinaria pesada gastando el caucho de sus neumaticos, y soltaba de golpe de una bocanada todo el calentamiento acumulado de las horas previas.
Es un paisaje de postal, se ve a lo lejos como la carretera, de franjas laterales amarillas, y discontinuas centrales semigastadas, hace el dibujo de un rio de alquitrán en forma de serpiente delgada y las extensas hectáreas de tierra seca agrietada permiten crecer entre las mismas algunos matorrales secos de algo parecido a unas espigas. Tambien algunos arboles a lo lejos, como si de pequeños olivos a ras
de suelo se tratara. John Mayer suena de fondo en el coche con su coleccion de electricas, y nosotros tan solo hacemos nuestra particular produccion de Hollywood en nuestras mentes. Nuestra particular forma de ver la vida. Nuestra particular forma de ser felices. Nuestra particularidad.....
Debemos estar cerca de algun infierno de pecados, el coche que llevamos es un Ford Mustang del 66, y la carretera marca el km 26, y tanto seis junto es mala señal demoniaca, en cierto modo supongo que un poco como nosotros porque haciendo raya, dos franjas blancas atraviesan de guardabarro a maletero el Mustang, encima de un rojo intenso pero alegre carmin. Ese medio de transporte estaba basado en como no, en nuestro particular homenaje a lo mas hermoso de este jodido mundo: las mujeres. Que a fin de cuentas era el carburante que hacia recorrer nuestros perdidos, lejos de aqui y soñados, kilometros.
Este dia sin duda pasara a la historia, no importan las gasolineras, solo llevamos nada, y el equipaje pesa mas que nunca, una maleta de singularidad y personalidades tan diferentes como unicas. Un brazo apoya el piloto en la ventanilla abierta mientras conduce. Unos pies en el salpicadero cruzados y descalzado del copiloto, calcetines coloridos. Una cabeza apoyada en el cristal salpicado de la ventanilla trasera, en un sueño profundo. Y alguien como ausente, como si no estuviera alli, como si no fuera su sitio, alguien. Cuatro, es un buen numero, pero no el perfecto, el perfecto se compone del 50%, como almas frente al espejo.
Pitillos en boca esperando ser fumados y la ceniza colgando sintiendo una ignorancia e impotencia de no ser mas que restos.
Esta pelicula no tiene tiempo de anuncios publicitarios, aqui no cabe la propaganda, no hay pacto con la interrupcion provocada por productos atractivos ya que somos fabricantes propios y, de paso sea dicho, lo mejor para nuestro propio carrete proyector de pantallas.
Ya somos amigos intimos del mundo y hemos decidido saltarnos los stops, sera que nos hemos enamorado de la unica promesa que llevamos a cabo, hacer en cada momento lo que nos apetezca, lo que nos de la real gana, y tatuarlo.
No podia faltar alguna llamada al movil en nuestro viaje, casi no recuerdo que era eso en mi vida, un movil. Juro, que ahí, oigo tan solo voces posesas, entre dulces y amargas, preciosas, eran mi peor adversaria, y decidi no llevar el cargador de esa droga, asi que siempre nos ausentabamos al temor de comprar acciones engañosas, al deseo de imagenes de oro y brillantes que despues resultaban estar vacias y nos impidieran ver, deslumbrados de lujuria, las borrosas lineas discontinuas de la calzada.
Preferimos el colorido de nuestros modernos modelos, pero pintado transparente el corazon, como siempre. Asi solo cambiamos el exterior, como nuestras historias hablando en singular, de la unica forma que puedes narrarla en primera persona, asi los actos de mi existencia los cuento desde mi memoria, mis sentimientos,
mis sueños, y nadie puede decirme que esa no es mi vida. Nadie. Nunca abandonamos el papel protagonista de nuestras vidas, y sin embargo muchos otros actores secundarios pueden contar nuestros relatos. Es mi vision de aviador en las alturas, tras mis Ray-Ban P.
El paisaje de pelicula norteamericana atravesando el desierto. No sé dónde estoy, pero se va alejando a lo lejos. Ese que parecia un gran cañon quedó atrás. Esta etapa que atravesamos de alergicas escenas, economicas suspensas y compañia absorvente, quedará atrás. Hemos pisado a fondo un motor de caballos infinitos porque, a fin de cuentas, todos los desiertos, por muy grandes que sean, se quedan en espejimos de este, mi vida, gran oasis.

the chosen one.siempre alumno de...

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