jueves, 2 de junio de 2011

lost

Es tarde, estoy cansado, pero no puedo dormir. Leo una y otra vez tu mensaje como quien un día se descubre a sí mismo en la letra de una canción que ha oído mil veces. Te leo y me siento feliz, en paz. Como si ese sueño adolescente del hombre que puedes llegar a ser empezara a crear su tercera dimensión, como si el tiempo contigo fuera una sala de espejos donde quererte en cada faceta mía, cualquiera, que reflejas. Me haces sentir grande porque conmigo te haces pequeña, porque tan pequeña te haces tan enorme que sólo quiero agarrarte, y tocarte, y olerte, para no perderme nada. De alguna forma conocerte se ha convertido en la antesala de mi huída, de alguna manera sentirte es como aprobar un examen conmigo mismo, tener la certeza de cómo vivir, de como amar. Siendo todo eso que veo en tus ojos. Que va, soy yo quien tiene q agradecerle a la vida y sus caprichos el q hayas aparecido en una galería de emociones vacía para llenarla de fotografías. Todas me gustan, todas tienen, extrañamente, casi el mismo punto de vista, encuadre, composición, que yo hubiera usado. Pero cada uno las edita a su manera. Bien podría llamársele casualidad, destino, suerte. Pero si fuera yo quien tuviera que ponerle nombre a la serie, su título sería felicidad.

Nota para mi:

Vive libre, muere en paz.